Mediante el uso de baterías de cuestionarios, observación de conductas patológicas y uso de técnicas de neuroimagen, el neuropsicólogo puede establecer un diagnóstico para el paciente. Así, es posible conocer si la conducta atípica de la persona se debe a una verdadera lesión, un tumor cerebral o hemorragia o, por el contrario, la causa es más bien psiquiátrica.
También, en base del tipo de conducta que manifieste el paciente, es posible suponer, tanto con como sin el uso de neuroimagen, en qué zona del cerebro se ha producido el daño.
En esta fase, se evalúan aspectos variados como las capacidades cognitivas del afectado, además de su capacidad de reacción ante estímulos del medio.
Una vez establecido el diagnóstico, se hace necesario ver la mejor manera de cuidar a paciente para evitar que sus capacidades se vean perjudicadas.
El cuidado del paciente no únicamente implica a los profesionales, sino también se debe conseguir educar al entorno de la persona afectada para que sea una fuente de apoyo en su recuperación
La relativa sensibilidad de los cuestionarios utilizados en este ámbito y su demostrada precisión permiten determinar cuáles son los cuidados que precisa el paciente y evitar su deterioro, o al menos atrasarlo.
Dependiendo de la gravedad del paciente, será necesaria la realización de un seguimiento y la administración de varias pruebas a lo largo del tiempo, con la intención de observar cómo va evolucionando.
La principal opción de tratamiento para pacientes que han sufrido alguna lesión neurológica es, básicamente, la rehabilitación y recuperación, en la medida de lo que se pueda, de los déficits cognitivos.
Si es posible y la intervención implica más beneficios que riesgos, la cirugía, llevada a cabo por un neurocirujano, puede ser otra opción. No obstante, lo normal es optar por técnicas no tan invasivas, estableciendo un plan de tratamiento para conseguir un incremento en su desempeño diario y fomentar un incremento de su bienestar.
La neuropsicología clínica no únicamente se dedica a diagnosticar y tratar pacientes. También, como parte de la ciencia que es, pretende expandir sus conocimientos mediante la investigación científica. De esta forma logra mejorar su tratamiento y capacidad diagnóstica, elaborándose nuevos cuestionarios y técnicas que permitan la mejora de las capacidades afectadas en los pacientes.
Dado que el cerebro es quizás el órgano más misterioso de todo el cuerpo humano, constantemente se profundiza más en su funcionamiento y en el establecimiento de las áreas que están detrás de sintomatología concreta.
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